POMPEYA
Pompeya fue una ciudad de la antigua Roma que quedó sepultada por la gran erupción del Vesubio en el año 79 d.C.
Al ser sepultada con tanta violencia y de forma repentina, la ciudad presenta un estado de conservación inmejorable, mostrando la mayoría de sus edificios, elementos decorativos, e incluso los restos de algunos de sus habitantes.
Las ruinas de Pompeya son muy extensas y es posible recorrer gran cantidad de edificios en los que los ciudadanos hacían su vida diaria, entre los que destacan algunos templos, la basílica, el foro y las termas, además de algunas casas de las más lujosas decoradas con frescos y mosaicos.
Uno de los edificios más curiosos es el lupanar, un prostíbulo de la época en el que pueden verse las rudimentarias camas de piedra que utilizaban, además de algunos frescos con pinturas eróticas.
En el granero del foro se conservan una gran parte de los restos arqueológicos, además de las figuras de algunos de los cuerpos que fueron encontrados bajo las cenizas.
Como curiosidad fijaros en los enormes pasos de cebra de piedra que se utilizaban en aquella época. Con ellos los ciudadanos podían cruzar la calzada sin mancharse los pies, ya que ésta estaba normalmente inundada y bastante sucia.